El Nacional Sindicalismo como Superación del Pensamiento Liberal.
FALANGE NO ES UNA FUSIÓN DEL PENSAMIENTO CONSERVADOR CON EL SOCIALISTA, SINO TODO LO CONTRARIO. Nuestras soluciones son diferentes a ambos. |
Aunque el Nacional-Sindicalismo no es de ningún modo una mezcla de ideologías, el falangismo, como filosofía, sí que puede entenderse parcialmente como una síntesis superadora de conceptos.
Esto es así porque el falangismo pretende un tipo de cooperativismo (concepto anterior al socialismo) imbricado en un Sindicato Vertical apolítico que se rige, así mismo, a la manera cooperativa dentro de una Democracia Orgánica. Esto no es deudor de ninguna ideología de derechas, izquierdas, o fascista.
José Antonio quiere conciliar algunos conceptos aparentemente opuestos por la vía de un esfuerzo integrador y las soluciones "moderadas" son injustas en la situación histórica que le toca vivir. Se impone una revolución que debe comenzar en cada uno; una revolución que debe unir lo espiritual y lo temporal sin sacrificar lo uno a lo otro. Revolución espiritual y revolución de estructuras se hallan entrelazadas en su pensamiento. Es preciso un mínimo bienestar sin el cual el hombre no puede ser libre. Hay que crear las condiciones mínimas para que el hombre pueda reabrir el espíritu. El objetivo que asigna es reconciliar lo material y lo espiritual: se trata de implantar una justicia social profunda para que sobre esta base retornen los pueblos a la supremacía de lo espiritual.
Aseguradas las condiciones materiales, el hombre debe encontrar en la educación y la cultura su función vivificadora que ejerce en la Iglesia, la familia, el municipio y el sindicato.
Para Enrique de Aguinaga, se trata de una
"síntesis superadora no sólo de la alternativa partidista de derecha e izquierda, sino también de dicotomías más amplias: Patria y Revolución, derechos de la persona y solidaridad social, conservadurismo y progresismo, capitalismo y comunismo, órden de libertad y sistema de justicia, y en general, de todas aquellas que puedan ser objeto de la integración crisriana del orden material y del orden espiritual como empresa comunitaria"
José Antonio dice expresamente:
"Entre una y otra de esas actitudes se nos ocurrió a algunos pensar si no sería posible lograr una síntesis de las dos cosas: de la revolución –no como pretexto para echarlo todo a rodar, sino como ocasión quirúrgica para volver a trazar todo con un pulso firme al servicio de una norma –y de la tradición– no como remedio, sino como sustancia; no con ánimo de copia de lo que hicieron los grandes antiguos, sino con ánimo de adivinación de lo que harían en nuestras circunstancias–. Fruto de esta inquietud de unos cuantos nació la Falange".
La clave de su pensamiento no es jamás la división, la segregación, la hostilidad, sino, por el contrario, la comprensión, la conciliación, la síntesis:
"No hay que elegir entre dos españas, una saludable y la otra nefasta; sólo existe una, cuyo valor reside en el dualismo".
"No se trata de unificar, sino de unir, de descubrir coincidencias, de organizar complementariedades".
"No se trata de buscar una solución moderada, media o centrista",
Discurso en Córdoba 12-05-1935 .
sino de "salvar los valores del espíritu negados por la izquierda y los valores sociales negados por la derecha o, si se quiere, de salvar a la vez la libertad y la justicia."
Discurso en Sevilla 22-12-1935.
La voluntad de síntesis en José Antonio alcanza su mayor relieve cuando desarrolla la tesis del puente tendido para evitar la invasión de los bárbaros:
"En la Revolución rusa, en la invasión de los bárbaros a que estamos asistiendo, van ya, ocultos y hasta ahora negados, los gérmenes de un orden futuro y mejor. Tenemos que salvar esos gérmenes, y queremos salvarlos. Ésta es la labor verdadera que corresponde a España y a nuestra generación: pasar de esta última orilla de un orden económico social que se derrumba a la orilla fresca y prometedora del orden que se adivina; pero saltar de una orilla a otra por un esfuerzo de nuestra voluntad, de nuestro empuje y de nuestra clarividencia, sin que nos arrastre el torrente de la invasión de los bárbaros".
No cesa de insistir en esta doble exigencia: recoger la esencia del liberalismo y fundirla en un molde nuevo con los valores positivos del comunismo. Unidad, dignidad y justicia, tal es la trilogía de valores que defiende. Lo "nacional" encarna los valores históricos, cristianos y propiamente españoles en un marco universal; el "sindicalismo" debe resolver la crisis del sistema capitalista.
(de Agustín del Río y E. Pavón: José Antonio íntimo Epistolario y textos).
Adaptado de Arnaud Imatz: José Antonio entre Odio y Amor.
"El medio contra los males de la disgregación está en buscar de nuevo un pensamiento de unidad; concebir de nuevo a España como unidad, como síntesis armoniosa colocada por encima de las pugnas entre las tierras, entre las clases, entre los partidos.
Ni a la derecha, que por lograr una arquitectura política se olvida del hambre de las masas;
ni con la izquierda, que por redimir las masas las desvía de su destino nacional.
Queremos recobrar, inseparable, una unidad nacional de destino y una justicia social profunda. Y como para lograrlo tropezamos con resistencias, somos resueltamente revolucionarios para destruirlas.
Pero no olvidéis que esta tarea de unidad exige que estemos entre nosotros indestructiblemente unidos. Entendamos la vida como servicio; todo cargo es una tarea y todas las tareas son igualmente dignas, desde la más gozosa, que es la de obedecer, hasta la más áspera, que es la de mandar.
La Jefatura es la suprema carga; la que obliga a todos los sacrificios, incluso a la pérdida de la intimidad; la que exige a diario adivinar cosas no sujetas a pauta, con la acongojante responsabilidad de obrar. Por eso hay que entender la Jefatura humildemente, como puesto de servcio; pero por eso, pase lo que pase, no se puede desertar m por impaciencia, ni por desaliento, ni por cobardía".
Discurso en el acto de constitución del S.E.U. en Valladolid, el 21 de enero de 1935
"Los partidos políticos –continúa–, y nadie vea en mis palabras ningún ataque personal, expresan igualmente todo lo más opuesto a esa unidad que nosotros defendemos. Los de derechas representan lo nacional, pero carecen de un verdadero contenido social; los de izquierdas, al contrario, tienen un fondo social, pero antiespañol, olvidando unos y otros la necesidad de superar a ambos elementos, fundiéndose en una síntesis superior".
Discurso pronunciado en el teatro Principal de Jaén el día 7 de abril de 1935.
"La Patria es una unidad total, en que se integran todos los individuos y todas las clases; la Patria no puede estar en manos de la clase más fuerte ni del partido mejor organizado. La Patria es una síntesis trascendente, una síntesis indivisible, con fines propios que cumplir; y nosotros lo que queremos es que el movimiento de este día, y el Estado que cree, sea el instrumento eficaz, autoritario, al servicio de una unidad indiscutible, de esa unidad permanente, de esa unidad irrevocable que se llama Patria".
Discurso pronunciado en el Teatro de la Comedia de Madrid, el día 29 de octubre de 1933